Autor: Psicóloga Rosalinda Adaya
Cuando corría por mi hijo al colegio, encontraba a muchas niños y niñas llorando, estaban desconsolados. Aún estaban procesando lo vivido.
También veía escenas donde sus madres o familiares las y los abrazaban para consolar su llanto.
La infancia y adolescencia es nuestra base del desarrollo, en donde tomaremos esos primero conocimientos para relacionarnos en nuestra vida cotidiana . Por lo que también es relevante conciderar acciones desde la empatia, utilizando su lenguaje y atender todas aquellas dudas que tengan de una forma realista y humanitaria.
Te invitamos a tomar en cuenta los siguientes puntos :
Trata de promover un ambiente de confianza en el cual los niños se sientan cómodos para hacer preguntas
El diálogo puede comenzar planteándoles “¿Hay algo que te preocupa o que yo pueda ayudarte a entender sobre el terremoto?”. Es mejor no presionarlos a hablar si no quieren hacerlo.
Cuida que las explicaciones puedan ser entendidas, de acuerdo a la edad de los niños.
Debes estar disponible para repetir la misma información y explicaciones muchas veces si se requiere.
Entrega a los niños respuestas sinceras a sus preguntas.
No inventes cosas para dejarlos tranquilos.
Trata de calmarlos, pero sin hacer promesas poco realistas.
Podemos decirles que están seguros en la casa o en el colegio, pero no prometerles que no habrá otro terremoto.
Es bueno reconocer y validar lo que los niños piensan y sienten. Hazles saber que sus preguntas y preocupaciones son importantes y apropiadas. Se les puede decir algo como: “es normal que tengas un poco de miedo. Sin embargo, yo estoy aquí para cuidarte, para que hablemos y ayudarte a que te sientas mejor.”
Ayúdalos a expresarse. Algunos niños pueden no querer hablar sobre sus temores, lo que piensan y sienten; pueden preferir expresarse a través de dibujos, jugando o escribiendo. A través de juego también pueden preparar una mochila de seguridad y no olvidar en la mochila de seguridad un juguete o peluche o mantita pequeña para lo acompañe y lo relaciones de forma positiva y amorosa
Se les puede estimular invitándolos a dibujar o hacer un relato sobre lo que vivieron o vieron.
Es bueno que sepan que muchas personas están ayudando a quienes fueron afectados por el terremoto.
Esta es una oportunidad para hacerles ver que, cuando ocurren cosas que dan miedo, hay otras personas que quieren y pueden ayudar.
No alteres las rutinas diarias. Los niños se sienten seguros y protegidos al tener una rutina y estructura predecible.
Evita que los niños vean y escuchen muchas noticias e imágenes “amarillistas” sobre el terremoto, ya que pueden aumentar su confusión y temor.
Si ya las vieron o las están transmitiendo por que como familia tenemos que estar informados, explicada y pregunta por lo que está viendo.
El aumento en los dolores de cabeza o de estómago puede ser una señal de que los niños se están sintiendo estresados o sobrepasados.
A pesar de que la mayoría de los niños puede sobrellevar adecuadamente situaciones difíciles como un terremoto, algunos niños y adultos pueden necesitar ayuda de un profesional de salud mental.
Si estás preocupado por cambios en la conducta o el estado de ánimo de algún niño, no dudes en acudir a apoyo psicológico y médico.