Mientras más envejezco, más cosas me valen madre.

A medida que pasa el tiempo y me pongo añeja cual botella de tequila, las cosas realmente importantes en mi vida, se van haciendo mas claras, y las cosas que no, pues les digo “adios” y se pueden ir directo a la fregada.

Mis papás murieron muy jóvenes y mi hermana también, lo que me ha dado una perspectiva de vida totalmente diferente. Lo mas importante para mi es que mi familia sea feliz y esté segura, por eso cada año le digo adios a mas insignificancias que nublan mi existencia.

Saber decir “no” a cosas barreras para mi felicidad se ha convertido en una bendición en mi vida y por eso hoy quiero compartirles la lista de cosas que he desechado o que ya no me hacen sudar.

Preocuparme por tener un cuerpo de “bikini”

Tengo 36 años bien cumplidos, una pancita que fue casa de mis hijos y celulitis que hace campamento en mis muslos desde hace varios años. Son parte de un cuerpo que me ha dado mucha alegría y he aprendido a amarlo. Ni mi peso ni mi talla son parte de mi valor como mujer. Es lo ultimo que les importa a mis hijos y tengo la suerte de tener una pareja que me ama mas allá de los estándares ridiculos de belleza y ama mi cuerpo tanto (o mas) que yo.

Mantener relaciones tóxicas, no importa si son familia o no.

Soy una buena amiga y trato de ser buena persona en general, pero he llegado a un punto en el que sé distinguir bien a la gente que se aprovecha y estoy muy vieja para esperar que la gente cambie (o querer hacerla cambiar). Algunas veces es mejor borrar los malos mensajes, bloquear nombres y seguir con la vida. No tienes por que olvidar lo que tal vez esa persona fue para ti, pero es mas sano aceptar cuando una amistad (o relación familiar) te hace mas daño que bien, y cuando es mejor dejarla ir.

Luchar por tener la razón siempre

Ahora escojo mis batallas mas cuidadosamente. Cuando era joven, era muy idealista, y cada reunion familiar era tierra fértil para una discusión política o ideológica. Ya no me interesa tener la razón por encima de mantener una relación cordial con la gente que quiero, y guardarme mi opinion en cosas no relevantes ya no me cuesta trabajo como antes. También he aprendido con los años que nadie cambia su opinion durante una pelea, por el contrario. Ahora soy partidaria de discutir diferencias con la cabeza fría y la palabra calmada.

Tener una casa impecable

Tengo dos hijos, un perro y un marido, y aunque hacen su parte (mas o menos) ya estoy cansada de pedirles que hagan las cosas o recoger detrás de ellos todo el tiempo. Sobre todo cuando tienes un niño de dos años que es como tener una licuadora sin tapa corriendo por toda la casa.

Mientras la casa este mas o menos decente, todo va bien, pero si quieres pisos impecables, mejor no me vengas a visitar.

Dejar que el pasado gobierne mi vida

Como muchas personas que han perdido seres queridos a temprana edad o pasado por situaciones traumáticas, solía pasar muchos tiempo imaginando que hubiera pasado si hubiera hecho esto en vez de aquello, o si mi vida hubiera sido mas fácil con ellos aquí. Las cosas pasaron y ellos ya no están, por ellos soy la persona que soy y su amor me hizo mas fuerte y valiente. Voy a honrar su vida viviendo lo mas plenamente posible.

Mientras los años pasan, la lista se va haciendo mas larga, dejar atrás lo que ya no sirve me deja un espíritu mas ligero y me da mas libertad y tiempo para ser feliz con mi familia y con los que me rodean, y les deseo a ustedes lo mismo de todo corazón.

Namasté

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