Hace unos días, cuando puse la historia de mi compromiso, viendo algunos de los comentarios me puse a pensar lo mucho que como sociedad nos vamos en contra de las mujeres que dicen en voz alta que quieren tener cosas “normales”. Es decir una pareja, un matrimonio, hijos, etc.
Como sociedad somos muy dados a colgar etiquetas muy crueles a una mujer que busca estas cosas, las llamamos “desesperadas” si a las pobres se les ocurre comentar que les gustaría tener un matrimonio, marido, hijos, un noviazgo estable o algo por el estilo.
Muchas mujeres inmediatamente las regañan por que “deberían” soñar con viajes, una carrera, etc. (No importando si la mujer en cuestión ya tiene una carrera o ha viajado) a llamar sus sueños “mediocres” y muchos hombres simplemente se burlan o se asustan.
Por cierto, un consejo a todos los hombres: Si una mujer te dice que algún día se quiere casar y tener hijos, no significa necesariamente que sea contigo.
Yo estoy completamente de acuerdo en qué hay miles de sueños que una mujer puede y debe tener. También amo la idea de que para muchas, tener hijos y casarse no entra en su visión de vida. Pero al mismo tiempo, no somos nadie para devaluar el sueño de otra.
Hay muchas a quienes su carrera, sus viajes y sus amigos les son suficientes para llevar una vida plena. Hay otras a quienes sus hijos, su pareja y su vida dentro del hogar es lo que les va.
Hay otras que son una mezcla, como hijos y carreras in matrimonio, matrimonio sin hijos por elección, soltería sin hijos, o soltería y maternidad por elección.
Todas, TODAS las opciones son válidas. Y cuando denigramos a una mujer que eligió una vida “convencional” no ayudamos a un movimiento de igualdad género, porque hacemos implícito que las ocupaciones que se habían considerado meramente femeninas son menos que las que en antaño habían sido sólo masculinas, a pesar de la gran labor que estas ocupaciones conllevan y nos dan.
Hay que juzgar menos, y abrazar el respeto al derecho de elección.
Un abrazo a todas.
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